El próximo jueves día 30 tendrá lugar en el Auditorio Kursaal de Donostia el concierto anual con el que el Orfeón obsequia a sus socios amigos. Un Requiem alemán de Brahms ha sido la obra elegida para esta ocasión. La Sinfónica de Euskadi y los solistas Elena Barbé (soprano) y Garry Magee (barítono) acompañarán al coro en esta obra considerada como un híbrido entre cantata y oratorio. Por las escasas menciones a Dios, al menos de forma directa, ha sido denominado "Requiem ateo", ya que Brahms no buscó componer un Requiem en el sentido litúrgico. Dividido en siete partes, el texto está tomado de la traducción alemana que hizo Lutero de la Biblia y no del latín como era lo habitual.

La obra está en el repertorio del Orfeón desde 1913 y desde entonces la ha interpretado con directores como Lorin Maazel, Frühbeck de Burgos, López Cobos, Ataúlfo Argenta, Víctor Pablo Pérez, Michel Plasson, Fernández Arbós o Ramón Usandizaga, entre otros, y con orquestas como las Sinfónicas de Berlín, de Londres, de la Radio de Hamburgo, de Galicia, con la ONE y con la OSE. La última vez que se cantó con esta última orquesta fue en la Quincena Musical de 2004, en la que ambas formaciones musicales ofrecieron dos conciertos bajo la batuta de Gilbert Varga.