El próximo viernes, día 9, se estrenará la obra de Tomás Aragües, "Salmos para una sinfonía", acontecimiento musical que tendrá lugar el el Auditorio del Kursaal y correrá a cargo de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, bajo la dirección de Juan José Ocón, con la participación del Orfeón Donostiarra y el Coro Andra Mari.

Esta sinfonía, crerada entre 1995 y 2004, es la más extensa de la producción de Tomás Aragüés, según ha declarado el propio compositor. Está dividida en cuatro movimientos que tienen como punto de partida un Salmo de la Biblia, con un protagonismo, a partes iguales, entre el coro y la orquesta. El primero será interpretado por la Coral Andra Mari, el segundo por los dos coros, el tercero por el Orfeón y el cuarto, por los dos.

Tomás Aragües ha declarado que esta obra no responde a ningún encargo, por lo que ha podido trabajar "a mi aire", con pausa y meditándolo todo. "Desde siempre -añade- he sido un admirador de la forma musical y del latín. Por eso me propuse aunar dos elementos, siguiendo con cierta libertad y espontaneidad la forma sinfonía, combinándola con el canto de los salmos en latín. He ido componiendo movimiento por movimiento. Primero, la parte coral con un pequeño guión de acompañamiento, del que luego deriva la orquestación".

El autor se ha concedido "El capricho" de intercalar dos temas suyos, muy querido para él: el tema principal de la "Suite Clásica", que sirve de soporte sonoro al verso alusivo a Navidad: "Lartentur caeli et exulet terra..." y uno de los ritmos, más que tema, de la "Suite Romántica", que en la última página de la Sinfonía, sirve en la fuga final. De soporte instrumental al tema del coral que entona por última vez el coro al unísono.

El concierto, organizado por la Fundación Kursaal , fuera de abono, comenzará a las 20 horas y será grabado para la edición de un doble CD por el colegio La Salle , que celebra su 125 aniversario, edición que contará con la colaboración de la Diputación Foral de Gipuzkoa.