El próximo jueves, día 6, los componentes del Orfeón saldrán de Donostia hacia Galicia, donde participarán junto a la orquesta sinfónica de esta Comunidad Autónoma, bajo la batuta de su director titular Víctor Pablo Pérez y con Ainhoa Arteta entre los solistas, en dos conciertos. El primero de ellos tendrá lugar el día 7 en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Santiago de Compostela y se inscribe dentro del programa Xacobeo Clasics de actividades culturales del Año Santo Xacobeo 2010. La segunda actuación se celebrará al día siguiente en el Palacio de la Ópera de A Coruña y servirá para inaugurar el Festival Mozart que se desarrollará hasta el 23 de junio. En las dos ocasiones se interpretará el Requiem de Verdi, una obra resplandeciente, difícil y exigente para la orquesta, el coro y los solistas, que también supone un gran esfuerzo para el director. 

El elenco de solistas, además de Ainhoa Arteta, se completa con las voces internacionales de la mezzosoprano Dolora Zajick, el tenor Stuart Neil y el bajo Roberto Scandiuzi. 

Las entradas para los dos conciertos están agotadas desde hace varios días.

Versiones memorables

Los orfeonistas conocen esta partitura con todos sus matices porque la han interpretado en numerosos escenarios y con distintos directores como Claudio Abbado, Michel Plasson, Lawrence Foster, Rafael Frühbeck de Burgos, Fabio Luisi, V. Sutej y el propio Víctor Pablo Pérez, entre otros. Con la Sinfónica de Galicia, que está a punto de cumplir 20 años de vida, el Orfeón ha participado en 37 conciertos. La orquesta, Víctor Pablo y el Orfeón realizaron una versión del Requiem de Verdi en 1996 en el mismo Palacio de Congresos de A Coruña con los solistas Sharon Spinetti, Dagmar Peckova, Raimo Ssirka y Andres Silvestrelli. 

Otras versiones notables del Requiem de Verdi que ha interpretado el Orfeón son las de 2001, año que fue considerado internacionalmente en el mundo de la música como el año verdiano al conmemorarse el centenario de la muerte del compositor italiano. Fue memorable la versión ofrecida en Berlín de la mano de Claudio Abbado y la Berliner Philharmoniker con el coro de la Radio Sueca y el Coro de Cámara Eric Ericson. El disco editado por EMI fue nominado para los Grammy en la categoría de “Best Choral Performance”, nominación que fue compartida con los otros dos coros que tomaron parte en el concierto. Ese mismo año, en la Quincena Musical de Donostia, el coro ofreció otra versión del Requiem con la Royal Philharmonic Orchestra y Daniele Gatti como director, concierto que constituyó un récord en el número de músicos concentrados en el escenario del Kursaal: 250 instrumentistas y 150 cantores.