El próximo sábado, día 29, el Orfeón compartirá el escenario del Auditorio Nacional con la Filarmónica de Berlín, bajo la dirección de Simón Rattle, para interpretar el Requiem de Fauré. Posteriormente, la orquesta en solitario abordará la Sinfonía nº 2 en do mayor de Schumann. El cuadro de solistas estará formado por la soprano Camilla Tilling y el barítono Andrè Schuen.
>El Requiem de Fauré, un canto esperanzador al final de la vida, que contempla la muerte como algo natural y reconfortante, forma parte del repertorio del Orfeón desde 1925 y lo ha interpretado en numerosas ocasiones. Una de las últimas, con la Orquesta Nacional de Lyon y Josep Pons en 2012 en el Auditoio de Lyon.
El propio Fauré comentó de su obra más importante: “Se ha dicho que mi Requiem no expresa el miedo a la muerte y ha habido quien lo ha llamado un arrullo de la muerte. Pues bien, es que así es como veo yo la muerte, como una feliz liberación, una aspiración a una felicidad superior, antes que una penosa experiencia”.
El Orfeón ha protagonizado con la Filarmónica de Berlín doce conciertos históricos. Los dos últimos clausuraron el Festival de Música de Canarias de 2007, con el propio Rattle en la dirección y la Segunda Sinfonía de Mahler. Estas han sido las únicas actuaciones del Orfeón con Rattle al frente.
Otros conciertos con esta reputada orquesta han sido: Carmina Burana, con Frühbeck de Burgos en Berlín en 1973; la Segunda Sinfonía de Mahler con Abbado en el Auditorio Nacional de Madrid en 1997 y ese mismo año en Berlín, los Silvesterkonzert, conciertos de fin de año que la Filarmónica celebra en su sede. En 2001 el Orfeón cantó dos memorables Requiems de Verdi con Abbado en la dirección y con los coros profesionales de la Radio Sueca y el de Cámara Eric Ericson. Aquellos dos conciertos fueron grabados en un CD que fue nominado a los Grammy. También en 2001 el Orfeón volvió a Berlín con la Misa en Fa de Bruckner que fue interpretada en tres conciertos dirigidos por Daniel Barenboim.