El Orfeón realizará su primera gira internacional del año centrada en las ciudades francesas de Toulouse y París, donde los días 19 y 20 de marzo interpretará junto a la Orquesta Nacional del Capitolio de Toulouse y bajo la dirección de Tugan Sokhiev Alexander Nevsky de Prokofiev. El primero de los conciertos tendrá lugar en el Halle aux Grains de Toulouse, sede de la orquesta, y el segundo, en la Sala Pleyel de París.

En ambos conciertos se respirará una atmósfera soviética, tanto por las obras escogidas (la orquesta interpretará además en solitario Romeo y Julieta) como por el carácter que le imprimirán el joven maestro Sokhiev, quien domina a la perfección estas partituras, y la mezzosoprano Larissa Diadkova, ambos compatriotas de Prokofiev. El Orfeón también se siente muy cómodo con esta obra porque forma parte de su repertorio desde 1983. Además, no hay que perder de vista el buen entendimiento que coro, director y orquesta vienen manteniendo en los últimos tres años, en los que han tenido ocasión de interpretar varios conciertos, entre ellos uno en 2006 en la sede de la orquesta de Toulouse con Alexander Nevsky en el programa. Ésta ha sido la última vez que el coro ha cantado esta cantata, aunque en 2007 interpretó un fragmento de la misma en el Musikverein de Viena con la Sinfónica de Viena y bajo la batuta de Dante Anzolini.

El joven director soviético Tugan Shokiev sustituyó a Michel Plasson en la dirección artística de la Orquesta Nacional del Capitolio de Toulouse, con la que el coro donostiarra ha cantado numerosos conciertos y grabado varios discos desde 1973. Este alumno aventajado de Ilya Musin en la Escuela de Dirección de Orquesta de San Petersburgo -de la que surgieron compositores como Prokofiev y Shostakovich-, considerado como uno de los talentos más prometedores del momento, fue distinguido en 2000 con el Premio Internacional Prokofiev. Domina tanto el terreno de la música sinfónica como el repertorio lírico. Ha dirigido numerosas orquestas rusas y a la Philharmonia de Londres. Desde hace tres años está al frente de la Orquesta Nacional del Capitolio de Toulouse, a la que él ha catalogado como la más versátil y flexible de Francia.

Una obra muy cinematográfica

Sergei Prokofiev compuso Alexander Nevsky por encargo del cineasta Eisenstein para su primera película sonora pero nunca pudo llegar a escucharse en todo su esplendor en las salas de cine. Debido a su temática patriótica, Stalin retrasó el estreno de la película tras firmar un pacto de no agresión con la Alemania nazi para después ordenar su proyección inmediata cuando la guerra ya era inevitable. La toma de sonido nunca llegó a completarse y lo que sonaba no era más que una sombra de lo que Prokofiev había compuesto. La posterior reelaboración de esta música en forma de cantata épica le dio la fama internacional que la película no pudo darle. Para componerla Prokófiev realizó un exhaustivo estudio de los folclores ruso y mongol, que conviven con otros elementos eslavos y hasta con reminiscencias de canto gregoriano.