Para conmemorar el centenario de la muerte de Verdi, Claudio Abbado invitó al coro a Berlín para interpretar el Réquiem de Verdi, junto a la Filarmónica de Berlín, y los coros de la Radio Sueca y el coro de Cámara E. Ericson. Estas actuaciones se registraron en un CD que fue nominado a los premios Grammy en la categoría de mejor actuación coral.